El componente del Control en el Proceso Administrativo, Administración Pública y en el Marco Integrado.

Todos los días, las organizaciones enfrentan desafíos que ponen en riesgo el cumplimiento de sus objetivos y metas, es por ello que el Control Interno está diseñado en proporcionar una seguridad razonable en los objetivos operativos y financieros a través de un esquema estructurado, conózcase como proceso administrativo.
El proceso administrativo está integrado por un marco de planeación, organización, integración, dirección y control. Por supuesto, todos los procesos son de vital importancia, sin embargo, diversos autores coinciden que el “control” es el componente más importante e idóneo para la evaluación de una organización, ya que proyecta la debida ejecución en cada fase y verifica que todo se cumpla correctamente.
El autor Henry Fayol utiliza el término “estructura” para causar la eficiencia en cada una de las partes involucradas en las organizaciones, por ello señala que los componentes están basados en el proceso administrativo, por lo que habría sido más propio que el estudio de COSO se hubiera denominado “proceso continuo de la administración” y no “marco integrado de Control”.
Por consiguiente, el Marco Integrado de Control Interno desde su publicación en 1992 es reconocida como una de las mejores prácticas en la materia, sin embargo, para algunas personas desconocen su fundamento, incluso se les ha dificultado aplicarlos en sus instituciones, ya que los consideran estudios teóricos y piensan que su connotación es poco favorable.
Ahora bien, el presente ensayo se divide en tres apartados: en el primero se explica el control interno como componente del control en el proceso administrativo, el segundo en el Marco Integrado de Control Interno y el tercero en la Administración Pública:
El componente del Control en el Proceso Administrativo es de vital importancia, porque a través del esquema estructurado- todas las actividades se van realizando, con la finalidad de identificar los posibles riesgos, corregirlos y tomar decisiones adecuadas. Dicho de otra manera, este proceso esquematizado ayuda a evaluar y mejorar el desempeño de una organización.
Si bien, la administración científica y su aplicación empírica requiere determinaciones precisas en su estructura, por esto, se menciona que el control es una de las fases de suma importancia en el proceso administrativo, ya que sirve “a la debida ejecución de cada uno al verificar lo necesario para que dentro de cada fase y desde luego en el conjunto, todo se realice y se cumpla correctamente” (Barajas, 2017, p.40).
Un aspecto importante que se relaciona al control interno es el acrónimo COSO, el cual está relacionado con la teoría clásica de sistemas, y rescatan el termino “estructura”, ya que es un concepto que promueve la eficiencia en todas las partes involucradas. Además, la estructura en el Control Interno es bajo un enfoque sistémico integral, pues sus estudios abarcan todas áreas asegurando de este modo la eficiencia de las partes involucradas, además el proceso administrativo del autor Tylor ha sido un modelo a seguir por generaciones, dado que diversos autores han adoptado las fases con bases a sus estudios e investigaciones.
Como se mencionaba en líneas anteriores, la finalidad de la fase de control es verificar o bien localizar los puntos débiles y los errores para corregirlos. El término “control” tiene diversas definiciones, pero en COSO, es definido como “un proceso integrado a los procesos, y no un conjunto de pesados mecanismos democráticos, diseñado y ejecutado por la alta administración, la dirección y todo el personal de una entidad, establecido con el fin de proporcionar una garantía razonable para el logro de los objetivos” (Barajas, 2017, p. 46)
En palabras breves, el control interno en el proceso administrativo es una herramienta importante para alcanzar la eficiencia y eficacia de las operaciones, la confiabilidad de la información y el cumplimiento a las normatividades correspondiente.
Como segunda parte, el Marco Integrado de Control Interno (MICI) tiene como finalidad propiciar la aplicación del Sistema de Control Interno para contribuir a la consecución de los objetivos institucionales. El MICI está integrado por cinco componentes y 17 principios que interactúan en todos los niveles y bajo la misma estructura del proceso administrativo, como ambiente de control, evaluación de riesgos, actividades de control, información y comunicación y monitoreo; esto conforme a la última actualización del año 2013. Los cinco componentes, deben ser diseñados e implementados correctamente, ya que se logran de manera eficiente los objetivos y se gestiona los riesgos.
El ambiente de control es el primer punto de partida, aquí se proporciona básicamente la estructura para lograr un sistema de control eficaz, para lograrlo se deben aplicar principios y elementos de control como los valores éticos, normas de conducta, apego a la normatividad, entre otros.
El segundo componente es la administración de riesgos, en este punto, se trata de vigilar, analizar, y responder a la evaluación de los riesgos que amenazan el logro de las metas y objetivos institucionales, para lograr este punto los principios a ejecutar son objetivos claros, identificar y analizar los riesgos para poder mitigarlos, evaluar los posibles cambios que podrían afectar al SCI, entre otros.
Como tercer componente son las actividades de control, una vez identificados los riesgos se debe responder con acciones que definen y desarrollen la administración ya sea mediante políticas, procedimientos y tecnologías de la información. El cuarto componente es información y comunicación, los cuales son relevantes, ya que se deben establecer mecanismos de relevancia, y finamente quinto, monitoreo, se evaluarán y comunicarán las deficiencias del control interno a los responsables para tomar acciones correctivas.
Por otro lado, en la administración pública, se cuenta con el Manual administrativo de aplicación general en materia de control interno. Este documento contiene los lineamientos de los cinco componentes y su cumplimiento por las dependencias y entidades paraestatales de la administración federal. De tal manera, el control interno en la administración pública desde su aplicación hasta la fecha es relevante, pues su ejecución nos ha llevado a ser la herramienta idónea para tener la seguridad razonable en el cumplimiento de los objetivos institucionales, por ello resulta fundamental que todos los servidores públicas lo conozcan y sepan aplicarlo en el Sistema de Control Interno, toda vez que generan beneficios, entre ellos por mencionar, decisiones adecuadas y responsables, contar con un código de ética debidamente aprobado, comportamientos éticos, sancionar a responsables por actos ilegales, generar indicadores de gestión, propiciar un clima laboral, revisar los sistemas de información, disponer adecuadamente los recursos entre otros.
En síntesis, aplicar el control interno en las instituciones, sobre todo en el proceso administrativo, en el MICI y Administración Pública ayuda a cumplir los objetivos y mitigar los riesgos, esto a través del Marco COSO.