EL CONTROL INTERNO, UN PROCESO VERÍFICADOR NECESARIO PARA EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LAS EMPRESAS Y ENTIDADES GUBERNAMENTALES

Es necesario conocer que el control, más que una palabra con un significado común, es fundamental para tener y garantizar resultados en cualquier área que se requiera observancia y mejora continua. Es por ello, que debemos de conocer la importancia y el importante impacto que tiene el aplicarlo de manera puntual en el funcionamiento de cada una de las áreas administrativas de una empresa y/o entidad gubernamental.
¿Qué entendemos por Control Interno como componente del control en el proceso administrativo?
Debemos comenzar entendiendo de manera clara y sin confusión lo que significa tener un “Control Interno” en cada una de las unidades administrativas de una empresa o entidad.
El Control Interno como componente del control en el proceso administrativo es el proceso idóneo para garantizar que los recursos asignados se gestionen adecuadamente, reduciendo de esta manera los fraudes e intentos de corrupción, promoviendo de esta manera una cultura de transparencia y responsabilidad, garantizando así que cada uno de los colaboradores tome el compromiso de aportar su mayor profesionalismo en la implementación del sistema.
Este sistema tiene como principal objetivo el evaluar, identificar y mejorar los procesos internos de cada una de las unidades administrativas, estableciendo mecanismos puntuales para reforzar y mitigar riesgos que permeen y obstaculicen la obtención de resultados esperados, es por ello que los manuales, políticas gubernamentales, regulaciones, controles y procedimientos deben siempre estar actualizados y en sintonía para el cumplimiento de las actividades que le compete a cada una de las unidades o áreas administrativas.
La aplicación de este sistema en la administración pública es indispensable, tomando en cuenta que los recursos aplicados salen de los impuestos que cada uno de nosotros los ciudadanos aportamos de distintas maneras, es por ello, que tenemos la responsabilidad de cuidarlos y hacer que sean eficientes y efectivos, haciendo así que se alcancen las metas y resultados planeados; en el sector público es donde la implementación de un buen Control Interno no debe faltar y debe estar elaborado de manera bastante rigurosa y con observancia permanente, ya que, al tener recurso limitado y al alcance de distintas personas en la administración, siempre existe el riesgo del uso incorrecto del mismo.
Gracias al adecuado funcionamiento del Control Interno, se garantiza la protección de los activos del Estado, previendo la pérdida, el robo o el uso indebido de los bienes, garantizando que únicamente se aplique para el logro de objetivos del sector público.
Todos los Servidores Públicos estamos comprometidos con el cumplimento y obligados a responder sobre la observancia de los riesgos que visualicemos en nuestras unidades administrativas, ya que la protección de los activos públicos es la responsabilidad de cada uno de nosotros que ocupamos un lugar en una Dependencia o Entidad gubernamental.
Debemos ser conscientes de que el ambiente de control es trabajo de todos, es indispensable construirlo en una base sólida de ética y valores, generando así una cultura de transparencia en la gestión pública.
Algo bien interesante que pude rescatar de esa capacitación, es que, para una buena aplicación y determinación precisa en la estructura del Control Interno, citando al autor Henry Fayol (1841-1925), se deben realizar los siguientes pasos:
• Planeación
• Organización
• Integración
• Dirección
• Control
Esta serie de pasos componen el debido “proceso administrativo” que en lenguaje jurídico se traduce en “Las normas y principios básicos conforme a los cuales se llevará a cabo la Planeación Nacional del Desarrollo y encauzará, en función de ésta, las actividades de la Administración Pública Federal”.
Cada uno de esos pasos son segregados del famoso Sistema COSO (Marco integrado de control interno), que lleva un proceso de 4 niveles a ejecutar, como lo es el “Ambiente de control”, “Evaluación de riesgos”, “Actividades de control”, “Información y comunicación”, y “Monitoreo”.
Debe entenderse el Control Interno como un proceso dentro de los procesos observado y administrado por el Director General (alta dirección) como la herramienta idónea para el cumplimiento de objetivos, y no deberá verse como una carga burocrática, si bien, es un proceso que se le debe dedicar atención, este nos permite puntualizar y observar nuestras debilidades o riesgos para evitarlos o mitigarlos, dándonos como resultado alcanzar nuestros resultados a la mayor brevedad posible y cuidando los recursos públicos siempre en primera instancia.
Cada paso del ya mencionado proceso de la aplicación de Control Interno está orientado a agregar valor, es por ellos que lo ideal es siempre tenerlo presente al realizar nuestras actividades en cualquier ámbito donde el recurso humano se desarrolle, ya sea público o privado.
Es fundamental conocer cada uno de los niveles con los que se integra el sistema COSO pues en México, nuestro sistema de Control Interno, está inspirado en esta metodología y adaptado para hacerse funcionar.
Toda la información plasmada en este curso es de gran valor e importancia, pues es bastante clara al explicar en lo que consiste el Control Interno y en los distintos ámbitos donde se presenta y desarrolla.
Recordemos y tengamos siempre presente, que todo proceso que elaboremos en nuestra jornada laboral va acompañado de riesgos, esto es, en definitiva. No hay proceso alguno que no tenga un mínimo riesgo, así que tenemos que estar muy pendientes para poder identificarlos y tomar acción y las medidas de control pertinentes para evitar que estos nos entorpezcan la operatividad, y así, evitar se tenga que asignar más recurso público para el cumplimiento de objetivos.